viernes, 30 de enero de 2009

A quienes se dan cuenta tarde

Me encanta e intenté traducirlo lo más literalmente posible. Es de 1856 de Víctor Hugo de un libro que se llama "Las contemplaciones", este poema es tierno y adolescente (abajo está en castellano, me faltan un par de palabras, porque no tenía diccionario a mano, en cuanto tenga un rato completo lo faltante).

Je ne songeais pas à Rose;
Rose au bois vint avec moi;
Nous parlions de quelque chose,
Mais je ne sais plus de quoi.

J'étais froid comme les marbres;
Je marchais à pas distraits;
Je parlais des fleurs, des arbres;
Son oeil semblait dire: « Après? »

La rosée offrait ses perles,
Le taillis ses parasols;
J'allais, j'écoutais les merles,
Et Rose les rossignols.

Moi, seize ans, et l'air morose.
Elle vingt; ses yeux brillaient.
Les rossignols chantaient Rose
Et les merles me sifflaient.

Rose, droite sur ses hanches,
Leva son beau bras tremblant
Pour prendre une mûre aux branches;
Je ne vis pas son bras blanc.

Une eau courait, fraîche et creuse,
Sur les mousses de velours
Et la nature amoureuse
Dormait dans les grands bois sourds.

Rose défit sa chaussure
Et mit d'un air ingénu,
Son petit pied dans l'eau pure;
Je ne vis pas son pied nu.

Je ne savais que lui dire
Je la suivais dans le bois,
La voyant parfois sourire
Et soupirer quelquefois.

Je ne vis qu'elle était belle
Qu'en sortant des grands bois sourds

« Soit; n'y pensons plus!» dit-elle.
Depuis, j'y pense toujours.

EN CASTELLANO (incompleta, falta terminar):

yo no pensaba en Rosa;
Rosa del bosque vino conmigo;
hablábamos de alguna cosa,
pero no sé más de qué.

yo era frío como los mármoles;
caminaba con pasos distraídos;
yo hablaba de las flores, de los árboles;
Su mirada parecía decir: "¿y Después?

El rosal ofrecía sus perlas,
El .... sus parasoles;
yo iba escuchando los mirlos,
y Rosa los ruiseñores.

yo, dieciséis años, el aire moroso.
Ella veinte; sus ojos brillaban.
Los ruiseñores cantaban Rosa
y los mirlos me silbaban.

Rosa, erguida sobre sus hombros,
levantó su bello brazo temblando
para tomar unas ramas de ...
yo no vi su brazo blanco.

el agua corría, fresca y ....,
sobre las .... de terciopelo
y la naturaleza amorosa
dormía en los grandes árboles sordos.

Rosa se sacó los zapatos
y metió con un aire ingenuo,
su piecito en el agua pura;
yo no vi su pie desnudo.

no sabía qué decirle
la seguía por el bosque,
viéndola sonreir a veces
y otras suspirar.

yo no vi que ella era hermosa
hasta que salimos de los bosques
silenciosos.

"Así sea; no pensemos más en
eso!" dijo ella.
Desde ese momento, no dejo de
pensarlo.

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